Experiencia vivida como docente.....
CONOCERME
PARA ENSEÑAR A CONOCERSE
Considero que en la labor del docente,
además de atender este campo de la ciencia y el desarrollo de saberes
científicos, se encuentran implícitos otros aspectos que contribuyen a la
formación de los jóvenes estudiantes en su transitar en las instituciones
educativas; ¿cuáles son esos aspectos que se deben considerar en la acción de
los docentes?, es un cuestionamiento que pocas veces se analiza detenidamente y
sobre todo, ¿el qué hacer al respecto? ¿Cómo atender y desarrollar a ese ser?,
cuestionamientos que llevan a la reflexión de la acción y permiten orientar la
intervención del docente, reconociendo la importancia que reviste la labor del
docente y las implicaciones a que ello conlleva.
Desarrollar el lado humano, el
reconocimiento de sí mismo, de sus fortalezas y debilidades, el fomentar el
aprendizaje para toda la vida, aprender a relacionarse en una sociedad
cambiante, a ser parte e intervenir en su vida, en su contexto y en el mundo,
el aprender cómo comportarse en diversas situaciones, a reconocer las acciones
buenas de las malas, a trazarse metas y luchar por ellas, ser persistentes, ser
participativos, aprender a comunicarse con los otros y expresar sus
pensamientos y sentimientos, a utilizar el lenguaje escrito y verbal, … son
solo algunos de los resultados que se espera que aprendan de las
escuelas, pero en qué momento o con qué acciones se desarrollan, solo le
compete al docente prever su intervención para alcanzar dichos objetivos.
Sin embargo, los docentes también son
seres humanos y como tal son susceptibles de tener desaciertos, de ahí la
importancia de reconocer la necesidad de rescatar las experiencias previas o de
los pares para tener los espacios que les permita reencaminar su intervención.
Los espacios de intercambio de
experiencias docentes, han sido sin duda alguna, una posibilidad de cuestionar
mi “hacer” en el aula y mi aportación a ese “ser” que son los jóvenes; y es por
ello que me he aventurado a romper mis esquemas y cuadratura propia de mi
profesión, me he dado la oportunidad de aprender de los otros y a implementar
acciones que modifiquen mi intervención como docente posibilitando la
intervención de los alumnos en la construcción de sus aprendizajes, he pasado
de ser la “sabelotodo” a ser una “facilitadora” de sus aprendizajes; sigo aún
aprendiendo de los estudiantes, de la chispa que tienen, de sus ingenios, su
creatividad; aunque también sigo luchando por despertar el interés de aquellos
jóvenes cuyas experiencias pasadas les ha dejado una huella marcada y un
desinterés por implicarse y disfrutar y aprender de las experiencias que día a
día la vida les da y que nosotros los docentes intentamos recrear una parte de
ella en las aulas para que estén preparados y sean competentes en ella.
Aún me falta mucho por aprender pero
quiero disminuir la posibilidad de cierto margen de error en mi intervención,
tener a la mano las herramientas idóneas que me permitan involucrar a todos y a
cada uno de mis jóvenes estudiantes en esta aventura del aprendizaje, despertar
en ellos el interés para que sean ellos los capitanes que dirijan el barco de
sus conocimientos y que sean ellos los que decidas que mares recorrer, que
paradas deben hacer, a quienes deben acudir para buscar los apoyos necesarios y
”yo” simplemente ser esa persona que tiene las herramientas necesarias para
apoyarlos, para conflictuarlos, para brindarles escenarios que les permita
darse cuenta de sus fortalezas y debilidades.
Considero que ya es tiempo también de
incorporar la tecnología a nuestro “hacer”, es una herramienta que ya no es
ajena a la mayoría de los jóvenes y que nos brinda y les brinda nuevos
escenarios de enseñanza – aprendizaje, es necesario hacer uso de esos
escenarios virtuales, de esos espacios de intercambio de experiencias, de esos
foros que les permita compartir sus reflexiones, de esas herramientas que
fortalezca sus conocimientos.
Me considero capitana de mi propio
barco, el cual ya tiene más de 15 años de haber zarpado del muelle de mis
certezas y ahora continuo en la búsqueda de las respuestas a las dudas que van
apareciendo en ese “Ser como Docente”, aún me falta mucho que aprender pero
seguimos en la búsqueda incansable de ser cada día mejor y estar en posibilidad
de brindar una educación de calidad.
Buena reflexión, nunca hay que dejar de aprender.
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